También llamada tecarterapia, es una técnica que emplea una corriente eléctrica de alta frecuencia, que fluye entre una placa fija y un electrodo que movemos sobre la piel de forma indolora.

El paso de dicha corriente por la zona del cuerpo genera un aumento de la temperatura interna de los tejidos, ayudando a recuperar un tejido dañado. Se produce un aumento de su vascularización y favorece la reabsorción de líquidos, activando por tanto el metabolismo. Se consigue mejorar la regeneración del tejido y actúa con un efecto analgésico y antiinflamatorio.

Indicaciones:

  • Lesiones traumáticas: esguinces, roturas fibrilares, tendinopatías, fracturas óseas y lesiones postquirúrgicas.

  • Lesiones agudas: lumbalgias, dorsalgias, cervicalgias, hematomas, edemas, bursitis y epicondilitis.

  • Lesiones reumatológicas: artrosis, artritis, fibromialgias o dolor crónico.

  • Lesiones deportivas: esguinces, roturas fibrilares, contusiones, así como cualquier tipo de molestia que pueda surgir después de entrenar.