La punción seca es una técnica en la que, con la ayuda de una aguja de muy pequeño calibre, podemos buscar y tratar puntos gatillo miofasciales (zonas musculares hiperirritables que generan dolor local o a distancia). El procedimiento se realiza a través de un protocolo sanitario seguro para una correcta ejecución terapéutica.

Para nuestra práctica habitual, resulta de especial importancia realizar un diagnóstico minucioso, donde detectemos la fuente de irritación del punto gatillo muscular causante del dolor espontáneo del paciente. Por ello, realizamos una valoración muscular específica antes de realizar la técnica sobre el músculo diana.

En ciertas ocasiones, se utiliza el ecógrafo como elemento de apoyo.

¿Qué beneficios nos ofrece?

Consiste en el paso de una corriente eléctrica analgésica de baja frecuencia e intensidad a través de una aguja de punción seca, que actúa como electrodo, facilitando el proceso de regeneración tisular más rápido. Se emplean corrientes pulsadas con el objetivo de no provocar una contracción tetanizante en el músculo y haciendo agradable su aplicación.

De esta forma, podemos tratar al músculo en disfunción en uno o varios puntos de su trayecto, comunicados entre sí mediante el efecto de la corriente aplicada sobre las agujas. Así mismo, nos permite ser muy eficaces en el alivio de síntomas sin generar dolor al paciente, mejorando la circulación y promoviendo la recuperación de la lesión.