El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que se encuentran en la región inferior de la pelvis que se encargan de las funciones uroginecológicas.
La funcionalidad del suelo pélvico tiene una estrecha relación con la pared abdominal, el diafragma y la columna lumbar. Cualquier alteración en el tejido, la musculatura, en la estabilidad estructural o desprogramación abdominopelviana, puede provocar disfunciones urológicas, ginecológicas, proctológica y/o sexuales.
¿Qué es la consulta de valoración y diagnóstico abdomino pélvica?
Se trata de una consulta en la que serás atendida por una de nosotras: fisioterapeutas expertas en uroginecología, y en la que nos tomaremos todo el tiempo necesario.
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¿En qué consiste una sesión de valoración del suelo pélvico durante el embarazo?
El embarazo es un factor de riesgo para tu suelo pélvico. Y por eso sería ideal conocer cómo se encuentra antes del parto, para protegerlo y tratar de prevenir futuras lesiones. Esta valoración se puede realizar en la semana 16-30.
Primero haremos una entrevista completa para conocer cómo va tu embarazo, actividad física que realizas, hábitos, alimentación, descanso….
Una de las primeras cosas que hay que valorar es tu postura: En el embarazo el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios y algunos de ellos son a nivel postural, por lo que según como tu cuerpo se adapte a esos cambios tendrás más probabilidades de estar dañando tu suelo pélvico.
Otro de los puntos importantes que tratará la fisioterapeuta durante la valoración es la faja abdominal. Saber cómo se comporta en situaciones de presión (tos, espiración, risa, etc.), se valora también el estado del diafragma y tú patrón respiratorio.
Y por último, y no por ello menos importante, se valora el suelo pélvico específicamente. Debemos conocer cómo se encuentra tu musculatura perineal: Si hay adherencias o puntos de dolor, valoración de la fuerza y la resistencia, si existe algún prolapso.
A partir de la semana 34-35, aconsejamos y enseñamos el masaje perineal para embarazadas. Puede ser un automasaje o si lo desea puede aprender la pareja a realizarlo. Siempre será una práctica adaptada a las circunstancias físicas de la embarazada.
