
Soy Ana Aguilera, me gradué en fisioterapia en el año 2015 y desde entonces he estado trabajando como fisioterapeuta en el ámbito de la clínica privada y geriatría, hasta que en 2018 comencé mi camino en Artros.
Desde pequeña he tenido pasión por la fisioterapia y me entusiasmaba la idea de poder ayudar a los pacientes desde un punto de vista general, de ahí que decidiera estudiar osteopatía. Me ha dado grandes herramientas que han apoyado mi base como terapeuta manual.
Mi interés y mis ganas de ofrecer el tratamiento más adecuado a cada paciente, hacen que me mantenga actualizada a nivel académico.
Dentro de la clínica, combino la osteopatía con la uroginecología y el tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico, tanto masculinas como femeninas y en maternidad.